Los Labradores.
Perros afectuosos, con ganas de agradar, ideales de asistencia y terapia, entonces por qué los dueños de labradores llaman desesperados a los adiestradores.
Son geniales, muy nobles, buenazos, son fabulosos en las relaciones publicas, ideales como perros de asistencia y terapia, pero lo que mucha gente desconoce es que el labrador no nace como el perro que ven en la calle guiando a las personas invidentes, Los labradores son perros de caza, por tanto perros muy activos y juguetones. Lo que la gente ve en la calle
guiando a una persona invidente es un perro con un gran trabajo detrás.
Lo normal es que un labrador sea agotador hasta los 3 años donde suelen volverse mucho mas tranquilos, esta raza hay que trabajarla desde muy joven para calmar esa energía y controlar la boca (son muy mordedores de cachorros). Es muy típico ver dueños de labradores desesperados porque esperaban que su perro fuese tranquilo como los de la ONCE , entonces hay que explicarles que el labrador de la ONCE tiene un gran trabajo detrás, que los labradores son perros de caza muy nobles pero muy energicos que necesitan mucho deporte y limites claros.
La gente que este buscando un labrador como compañía debe tener estas cosas en cuenta.
Caso real
Lester, labrador castrado de 11 meses, acudió a laura-terapiacan.es recomendado por la veterinaria de la clínica Mascotas.
Según sus tutores, Lester era agresivo, mordía haciendo hematomas y no podían pasearlo porque ladraba, saltaba, atacaba a la gente, se lanzaba hacia los perros a jugar arrastrando a sus dueños, La vuelta a casa se convertía en un suplicio cuando Lester decidía que no era el momento de regresar y lo mostraba saltando al brazo de su tutora, mordiendo las manos o lo que pillase. Como consecuencia apenas le podían pasear y por tanto estaba mucho mas nervioso de lo que debería, no podía estar dentro de casa con su familia porque empezaba a morder las manos y saltarles encima, no podían coger una escoba sin que Lester empezase a morder la mopa y acabase mordiendo un brazo.(Lo que era un juego para Lester para sus tutores era agresividad).
En una primera valoración lo único que se observó es que Lester simplemente era un labrador, no había agresividad ninguna, era un labrador activo, muy simpático, juguetón y amoroso al que se le ha dejado crecer en nerviosismo que junto con un mal control de la mordida, ningún control del juego, y acompañado del tamaño de un labrador adulto hacia imposible su manejo por parte de los guías .
Se le introdujo un básico de control (llamada, quieto y junto con correa) junto con unas pautas con limites en casa, se le enseño a esperar, una buena orden del «NO», juegos intelectuales….
Tras 8 sesiones de trabajo (2 meses) lester sale muchísimo a pasear, le pueden soltar para que corra con otros perros puesto que sus tutores ahora no tienen problemas de obediencia ni control, Lester acude rápidamente a la llamada, ya no necesita morder a su dueña para volver a casa porque sale lo suficiente y sabe que saldrá mas. Los paseos con correas ahora son un gusto. Según sus tutores tras solo 8 sesiones les ha cambiado la vida porque ahora disfrutan de su perro en casa y en la calle, el perro ha ganado en calidad de vida, convive con sus dueños dentro de casa, disfrutando de vida social, caricias, sofá…..
El labrador es un perro perfecto para dueños primerizos sin experiencia pero si quieres disfrutar de tu labrador es mejor que empieces a educarle desde cachorrin, ponerle los limites adecuados y saber reaccionar ante las situaciones como saltarte encima, morderte manos (controlar la mordida) porque despues estas conductas en un perro de 30 kg no son agradables.
Enseñando la llamada a Lester de 11 meses, un tutor tiene una pelota (estimulo de valor muy alto para él) y esta provocandole para jugar y la otra tutora tiene un estimulo de menor valor (chuches) y debe acudir a ella. Lo que se le esta enseñando es que si acude a la llamada no solo recibirá un estimulo que le guste si no que seguirá su juego y diversión. Con la llamada vienen cosas buenas.